Ninguna teoría es capaz de describir la realidad y la historia con suficiente expresividad; todas ellas son inconsistentes, porque la Realidad no es sólo lógica.
Es decir, los hechos y las evidencias de hechos no pueden probar ni refutar la Realidad a partir de ellos. En particular las explicaciones lógicas, racionales, que se ajustan a instrucciones o reglas bien definidas y ordenadas que no generen dudas, definitivamente no son ciertas.
Para cada teoría es posible crear una refutación.